¿Sabías que hay ciencia involucrada en los jeans que usas día a día? Su resistencia y flexibilidad no son para nada casualidad. Como esta semana se conmemora un nuevo aniversario del fallecimiento de Claude Lévi-Strauss, quisimos indagar más sobre su aporte científico, innovación y la ciencia que esconde esta famosa prenda de vestir.
Todos, en algún momento, hemos usado blue jeans. Son cómodos, flexibles y, sobre todo, muy resistentes. Pero para entender esas características es necesario que nos remontemos a sus orígenes. Transcurría el año 1953, en plena época de la Fiebre del Oro, y un comerciante llamado Claude Lévi-Strauss llegó a Nueva York para abrir un negocio en la industria textil.
En ese contexto, en 1872 se acerca a él Jacob Davis, quien a su vez buscaba un socio comercial para diseñar unos pantalones con remaches en los puntos de mayor tensión, y así hacerlos más fuertes y resistentes. Así fue como en 1873 registraron la patente de su ambicioso proyecto y se lanzaron a comenzar el mundo de los blue jeans.
Sus jeans se caracterizaban por tener bordados y costuras en puntos estratégicamente pensados para su resistencia, como en las curvas, además de tener detalles como bolsillos y remaches en la entrepierna. Todo ese trabajo les mereció amplio reconocimiento en el mundo de los trabajadores por su larga durabilidad.
Otro rasgo muy importante que los jeans Lévi-Strauss tenían era su tela. Se trataba de un tejido duro y muy resistente proveniente de Génova en Francia y conocido como “fustán genovés”. Incluso se dice que ese sería el origen del término “jean”, ya que el nombre del tejido con el tiempo pasó de “gene” a “jene”.
Así fue el inicio del concepto de pantalones resistentes de tela “vaquera”. Sin embargo, con el paso de los años la ciencia ha influido en que tanto su textura como su composición cambien y mejoren todavía más a favor de sus usuarios. Todos los jeans actualmente están hechos con una tela pre-tratada para que sean más cómodos. De mano de la biotecnología, desde 1989 que se usan enzimas para destruir la superficie de la tela y así ablandarla. Estas enzimas son llamadas celulasas y su principal componente es el algodón.
Dentro de los motivos por los que se usa este procedimiento –y no se ablandan las telas con pequeñas piedras como antes– es para extender la vida útil de las máquinas y para controlar con más precisión sin dañar las telas, además de ser más beneficioso para el medio ambiente y económico ¿Lo hubieses imaginado?
Bibliografía:
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ArgenBio. La Biotecnología en nuestra vida cotidiana y en un mundo que crece y cambia. Recuperado de http://www.argenbio.org/index.php?action=novedades¬e=418
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Foreman K. (2015). Los jean: la prenda de trabajo que venció al tiempo y revolucionó la moda. BBC. Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150524_vert_cul_revolucion_jean_yv